miércoles, 15 de agosto de 2007

Un caso para Salinas

Nuestra mente es intrinsecamente no matemática. Uno de los aspectos más curiosos es la dificultad que tenemos en percibir fenómenos aleatorios independientes. Por tendencia natural siempre intentamos establecer correlaciones que casi nunca existen. Dada una sucesión como 2, 2, 1, 2, 2, 2, 1 inmediatamente estableceremos varios algoritmos que nos genere el siguiente término de la sucesión.

Este fenómeno está en el origen de muchos errores conceptuales. Muchos juegan a la Primitiva apostando a los números que no han salido, pensando que necesariamente tienen más posibilidades de aparecer en el próximo sorteo. Inconscientemente tienen la convicción que debe existir una correlación entre sorteos diferentes. Paradojicamente creen eso porque entienden mal la noción de equiprobabilidad y de independencia. Otro error común es pensar que jugando a cara o cruz, esperando suficientemente, en cierto momento deberías ganar o quedarte a la par. Ejercicio: Demostrar que no es cierto.

Estos "bias" psicológicos se presentan constantemente en los mercados de valores, dónde las reacciones humanas de miedo y codicia afloran. El "análisis técnico" es una pseudo-ciencia que intenta entender y explotar estos aspectos mediante el estudio de patrones comunes en las variaciones de precios. El medio académico han despreciado tradicionalemente el Análisis Técnico poniéndolo al mismo nivel que la astrología. Sin embargo los "traders" profesionales les responden que lo que es irrealista es la hipótesis del mercado eficiente.

¿Alguien sabe cómo explotar estos defectos humanos para jugar a la Primitiva con ventaja?

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